Diciembre fue sin dudas el punto de inflexión; había que tomar la decisión de contratar entre otros los billetes de Ferrys de España a Inglaterra y de Inglaterra a Dinamarca, ya que en algún caso el precio estaba subiendo sin parar.
Decidimos Paloma mi esposa y yo, hacer el viaje aunque la financiación no fuese la que habíamos planificado (teníamos en venta otra moto que durante décadas nos hizo disfrutar de nuestros viajes por España).
LA PLANIFICACIÓN
Mi intención desde el principio fue, por lo menos al ir, evitar todo lo posible las tediosas autopistas Europeas ya que el objetivo era llegar a Cabo Norte y el camino se reduciría a la moto y el dormir. Por ello, una vez vistas las posibilidades de ir en tren desde Narbonne o en barco desde Santander o Bilbao a Inglaterra y de esas tierras a Dinamarca, al final nos decantamos por el "Camino Inglés".