Salimos de madrugada y con mucho ánimo pues el cielo estaba despejado, hacia el sur de Dinamarca. Paisaje totelmente diferente; extensas llanuras de cultivos de cerales y maíz, salteados de pequeñas granjas con vacas y caballos. Carreteras de interminables rectas en las cuales se podía circular a 120 km/h.
Cruzamos la carretera por la que días atrás habíamos entrado a Dinamarca en nuestro recorrido hacia el norte, es decir, entonces cruzamos de oeste a este y hoy lo hemos hecho de norte a sur. En poco más de hora y media pasábamos a Alemania.
Ya dentro de territorio alemán nos sorprendieron la densidad de tráfico y las largas caravanas de coches casi parados a 100 km de distancia de Hamburgo.
Nos ha costado una hora de reloj llegar al centro de Hamburgo. Además de las caravanas de entrada, las usuales obras veraniegas y calles cortadas por algún motivo especial, pues había un helicóptero amarillo sobrevolando la ciudad contínuamente.
Una vez instalados en el hotel nos dedicamos a la árdua tarea de encontrar algún sitio para comer. Al contrario que en otras ciudades la zona antígua no tiene casi comercios, ni restaurantes, ...¡ni MacDonalds!. Tras pasear (en busca de alimento) viendo monumentos, restos de Iglesias bombardeadas y la zona portuaria, a las cinco consegimos un bocadillo.
En la zona del puerto había mucho movimiento de pequeños barcos turísticos y grandes barcos para visitar (previo pago) con mucha história.
Mañana atravesaremos Alemania de este a oeste en dirección a Brujas (Bélgica).
1 comentario:
Buen día! Lo que contáis de los atascos es un daño colateral y universal de la civilización. No creo que haya una gran ciudad en todo el mundo que no sufra de la coincidencia de miles de personas a la misma hora y en el mismo lugar, jejeje.
Se os ve estupendos. Dais una envidia terrible y a la vez una alegría enorme al observar cómo estáis disfrutando.
El relato de vuestras aventuras también es genial.
Beso enorme para los dos y buen trayecto por tierras alemanas.
Lena
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